Wednesday, 14 May 2014

LA ANTIGUA ASTRONOMIA


Los seres humanos, desde la antigüedad observaban el cielo y los fenómenos celestes asombrados de su inmensidad Los asirios, babilonios, caldeos y sumerios, nos legaron, los primeros conocimientos sobre el universo que recibimos y conocemos por la difusión cultural de los griegos. También otros pueblos antiguos estudiaron la astronomía y cosmología  como los egipcios y del lejano oriente, los chinos, japoneses y los hindúes.

En África los Bambara tenían unos conocimientos de la Astronomía y de Sirio que en un tiempo pasado los investigadores ante una cultura primitiva, tan avanzada en Astronomía, creyeron poda ser cierta la leyenda de que desde Sirio haban recibido a extraterrestres que les habían informado de tales conocimientos.

En el nuevo Mundo, los mayas lograron importantes desarrollos en los conocimientos celestes, Los incas se consideraban descendientes del Sol y los aztecas adoraban al dios Huitzilopochtli joven guerrero, símbolo del Sol que amanecía cada mañana enfrentándose en lucha con sus hermanas, las estrellas, y su hermana, la Luna, para que se retirasen y así imponer su reinado diurno. Moria al atardecer y tras recuperar fuerzas, volvía a la madre Tierra, para renovar el ciclo cada día.

La cosmológica de los egipcios, calderos y babilonios, imaginaban  la estrella Polar, como extremo de un eje a cuyo alrededor, giran las constelaciones, alineada en la dirección de la galería que lleva a la cámara nupcial de la Gran Pirámide, la orientación de ésta y otras notables construcciones y diversos documentos, señalaron a las civilizaciones posteriores algo de los conocimientos de aquellos pueblos.

Los calendarios aztecas hablaron también de un saber cuya profundidad aun no entendemos. Los mayas, habitantes de la península de Yucatán y partes de las actuales Guatemala y Honduras, consiguieron un desarrollo extraordinario en astronomía. Es famoso su calendario, elaborado hace más de veinte siglos  y que está basado en un  profundo y eficaz estudio de los desplazamientos de la Luna y la Gran Estrella noh ek (Venus) respecto del Sol. El año maya difiere del actual en menos de cinco minutos, en tanto que el calendario romano, de la misma época, se equivoca en unos diez a once minutos al año.

SEBASTIAN FARIAS GALVAN

No comments:

Post a Comment